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Los seguidores de Marcella (ITV) habíamos quedado un tanto intrigados con el final de la segunda temporada. ¿Aceptaría la oferta de agente encubierta? La respuesta en esta tercera entrega ha sido rápida y, en conjunto, floja e inconsistente.

A partir de aquí va a estar lleno de spoilers, así que, si sigues leyendo, será bajo tu propia responsabilidad.

Keira Devlin aka Marcella

Nada más comenzar el primer episodio conocemos que Marcella ya no es tal, sino que se llama Keira Devlin y se encuentra rodeada de una serie de personajes dedicados al narcotráfico, la trata de personas, la venta de armas ilegales y la extorsión, y que no tienen el mínimo reparo a la hora de asesinar a quien le lleve la contraria.

Matriarca de los Maguire

Cuesta creerse que los Maguire acepten tan rápidamente a Keira. ¿Soy yo el único al que la matriarca le ha recordado a Concha Velasco?

En este trabajo encubierto, Marcella asume riesgos innecesarios, se pone en peligro e incurre en diversas ilegalidades. Nada nuevo en un personaje tan complejo y extraño como ella.

Keira Devlin se convierte pronto en una pieza clave para los Maguire, una familia irlandesa de mafiosos con tentáculos en la política, que domina Belfast y a la que, por supuesto, la policía inglesa quiere atrapar.

Corrupción en Irlanda

Las operaciones criminales de los Maguire alcanzan el ayuntamiento, con un alcalde a su disposición que, cuando comienza a darles la espalda, se ve envuelto en un montaje para llevarlo a la cárcel.

Escena de corrupción del alcalde

Cuando el alcalde decide alejarse de la corrupción y los Maguire, estos le tienden una trampa.

Esta telaraña de corrupción se encuentra también en la policía, con varios agentes a sueldo de los Maguire para incriminar y exculpar a quienes ellos les ordenen.

Las inconsistencias de Marcella

Si bien Anna Friel interpreta de manera magistral a Marcella y hace de sus experiencias de disociación y del trauma por haber perdido a su bebé algo creíble y angustiante, esta tercera temporada ha adolecido de cierta inconsistencia.

Marcella

Marcella continúa traumatizada por la muerte súbita de su bebé, y eso da pie a una excelente interpretación que, sin embargo, no llena la trama.

En primer lugar, es inverosímil que una familia tan unida y tan dedicada a actividades criminales deje entrar en su casa a una persona que acaba de conocer y de la que, además, tienen referencias de que anteriormente ha sido policía.

A pesar de las dudas iniciales, y sin que Marcella les de mucha seguridad sobre sus intenciones, todos confían en ella, incluso para enfrentarse e iniciar guerras con sus otros parientes.

Compañero de Marcella

La aparición del excompañero de Marcella Rav Sangha está demasiado forzada.

Además, estos personajes no alcanzan la fuerza suficiente como para sostener la serie. La historia es mucho más simple y obvia que en las temporadas anteriores y ni siquiera tiene coherencia que el personaje de su excompañero Rav Sangha tenga que acudir a Belfast a resolver un homicidio en el que están involucrados también los Maguire. El calzador no ha conseguido introducir con sentido al único personaje que unía la antigua con la nueva Marcella y ella sola ha quedado resistiendo el protagonismo y el interés, cosa que puede pasar una temporada, pero, si no añaden nuevos elementos para la siguiente, terminará siendo una estafa.

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