Pues ha llegado la nueva temporada estacional, no solo a nuestros termómetros y armarios, sino también a las pantallas. Curiosamente el verano está siendo la mejor temporada de todo el año en cuanto a calidad de series, sobre todo después de que se haya consumado la estafa que ya veníamos advirtiendo desde este blog que sería Juego de Tronos.
La estafa de Juego de Tronos
Os voy a contar un secreto: en realidad no he terminado de ver el último episodio de Game of Thrones. Nada más comenzar, me resultó tan soporífero que entré en un estado de duermevela, así que tan pronto me despertaba como volvía a caer dormido.
Pude ver la estética de la Alemania nazi o la Corea del Norte de Kim Jong-Un que le atribuyeron a Daenerys Targaryen, un trozo del crimen de violencia machista cometido por Jon Snow y la asamblea de los tories en la que se decide llevar al universo de GOT la democracia representativa con voto censitario, pero sin profundizar en nada. Mi gente me recomienda que no lo haga, ya que he tenido la suerte de aprovechar ese rato para echar un profundo sueño, así que les haré caso, que para algo me quieren.
Lo que sí que he hecho y sí que me he leído de pe a pa (y no me cabe duda de que es infinitamente mejor) es la reseña del Mundo Today. Qué maravilla, qué manera de resumir y captar la esencia de lo que ha sido la última temporada de Juego de Tronos.
Verano de series magníficas
Volviendo a la temática pretendida para este post, el nuevo abanico de series disponibles en esta temporada, no puedo estar más ilusionado con las grandes series que vuelven y que, además, están dejando un buen poso en los episodios que ya llevan, o que ya llevo vistos.
La primera genialidad de esta temporada es, sin duda, The Handmaid´s Tale, que combina la desesperación y la esperanza, la separación y el reencuentro, la oscuridad y los claroscuros de quien logra cruzar la frontera, o de quien obtiene una mejor posición dentro del retorcido, represor y también corrupto sistema de Gilead.
Otra de las series que hacen de esta temporada la mejor del año es Big Little Lies, explorando el duelo, la culpa y la complicidad de unas homicidas fortuitas con una elegancia y una rotundidad y fuerza de los personajes femeninos que la equiparan con El cuento de la criada y Ozark, de la que ya he hablado aquí anteriormente.
Las “cinco de Monterrey” se enfrentan a una sociedad panóptica en la que estarán vigiladas no solo por la policía que intenta esclarecer el crimen del maltratador, sino también por otras familias del colegio de sus hijos y por la inquisitiva a la par que atormentada Mary Louise Wright, madre de Perry, magistralmente interpretada por Meryl Streep, grandísima actriz que viene a poner la guinda al magnífico reparto de Big Little Lies.
Siguiendo con la estela de series con personajes femeninos bien planteados con luz propia, no dedicados a orbitar alrededor de los masculinos, encontramos Pose, que ha comenzado ya su segunda temporada. Esperemos que esta vez se lleven todos los merecidísimos premios que les corresponden.
No puedo terminar este post sin citar a Black Mirror. De momento solo he visto un episodio y me ha parecido excelente, algo que agradezco muchísimo después de aquel interactivo que resultó ser una estafa malas prácticas de Netflix para conseguir datos sobre los espectadores.
Me ha gustado tanto el primer capítulo de la nueva temporada de Black Mirror que le dedicaré una entrada propia por la profundidad de los temas que trata y porque, como amante de los videojuegos, me he dado por aludido o he visto conductas similares en compañeros gamers.
En resumen, bye, bye, primavera, hello, verano, la mejor temporada de 2019 para las series. ¿Cuáles os están encadilando a vosotros?
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