La cuarta temporada de The Expanse está resultando, además de tan emocionante y frenética como las anteriores, muy significativa en cuestión de cambios para la Humanidad que muestra la serie.
Para quienes todavía no hayan entrado en materia con ella, cosa que recomiendo hacer cuanto antes, resumiré brevemente el planteamiento: futuro lejano, la Humanidad ha conseguido colonizar el Sistema Solar, sobre todo en cuanto a extracción de recursos naturales. Las distintas facciones de humanos que han ido consolidando su residencia en los distintos sitios ‘habitables’ se enfrentan entre sí y también con los terrícolas, que son los principales explotadores (¡qué raro!).
Una tecnología alienígena provoca una serie de eventos y catástrofes y los seres humanos se ven obligados a cooperar (o lo más parecido a ello dentro de las ya clásicas traiciones cainitas que nos caracterizan) para sobrevivir.
A partir de aquí, vienen spoilers, así que vosotros veréis si seguís leyendo.
Cambios trascendentales en el Sistema Solar
Los cambios más importantes, que van a ser los que produzcan toda la cascada de eventos políticos y sociales, se generan a raíz del suceso con el que termina la tercera temporada, la apertura del anillo a través del cual se da paso a otros mundos por descubrir.
Con un gran número de planetas nuevos a su disposición, los humanos de todas partes del Sistema Solar ven oportunidades de negocio infinitas y, atendiendo a la imprudencia y a la falta de memoria que también nos representan, quieren adentrarse en ellos sin recordar que puede ser muy peligroso.
Cambios políticos
La transformación del Sistema Solar genera a su vez otro mapa político del mismo, en el que en primer lugar sobreviene una tregua entre todas las facciones.
La máxima autoridad de la ONU terrícola, la despótica, bienintencionada y muy malhablada Chrisjen Avasarala, es, junto con la tripulación de la nave Rocinante, la única que parece usar el principio de precaución, e impone una restricción de paso dentro del anillo.
En esa nueva línea transfronteriza se sitúan, de manera estratégica, los cinturonianos de la APE, que saben aprovechar los cambios para mejorar su posición política y económica global.
No obstante, dado que los cinturionianos están muy divididos entre sí en clanes (a veces recuerdan a la Escocia del siglo XVIII, incluso en su acento) y entre ellos hay varios radicales que no quieren ningún tipo de colaboracionismo con la Tierra, pronto surgen las traiciones y los complots para perjudicar a la APE.
Cambios, decadencia y corrupción en Marte
Con todos estos cambios trascendentales, Marte, la segunda colonia de la Tierra después de la Luna, pierde parte de su razón de ser.
El proyecto de “terraformación” para proporcionar una atmósfera y habitabilidad del planeta rojo queda en suspenso, pues los nuevos mundos con su aire respirable se antojan más atractivos y menos trabajosos para todos.
La moral de las tropas y la ciudadanía marciana decae, el gobierno comienza un proceso de desarme y, en un sistema en el que la guerra era su principal motor, la paz trae la devastación… y la corrupción.
La corrupción comienza a darse en Marte cuando los convencidos ciudadanos marcianos se percatan de que se están quedando sin empleo y, además, se están desmontando equipos de investigación y armamentísticos realmente valiosos para la exploración espacial.
Como sucede siempre, no hay nada mejor que una época de cambios y escasez para que se den todo tipo de pillajes, así que los fieles marcianos comienzan a vender sus propios logros patrióticos al mejor postor, incluidas mafias y grupos terroristas (es imposible no ver paralelismos con lo sucedido en Rusia tras la caída de la URSS).
Y en este contexto de transformación profunda de la humanidad es donde se desarrolla The Expanse, que sigue explorando, asimismo, la relación de la protomolécula alienígena con el detective Miller, fusionado con ella tras el “incidente de Eros”.
A pesar de que no he terminado de ver los últimos episodios de esta temporada, creo que puedo afirmar que esta serie de scifi rescatada por Amazon pasará a ocupar los primeros puestos de mi ranking personal, junto con Battlestar Galactica. ¡No os la perdáis!
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