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En estos días en los que Jeffrey Epstein vuelve a ser noticia por la detención de su novia, Ghislaine Maxwell, y por el asesinato de la jueza que investigaba las cuentas de Epstein en el Deutsche Bank, quisiera hacer una recomendación para todo aquel que no lo haya visto todavía: el documental “Jeffrey Epstein, asquerosamente rico”, de Netflix.

Asquerosamente corrupto

Asquerosamente rico, o asquerosamente corrupto, sociópata y narcisista, el financiero Jeffrey Epstein tejió una red piramidal de prostitución y tráfico de menores en la que las propias niñas reclutaban a otras amigas suyas y compañeras de instituto para mantener relaciones sexuales con Jeffrey Epstein y altos representantes políticos, aristócratas, empresarios, etc.

Donald Trum - Jeffrey Epstein corrupción

Numerosos documentos relacionan a Epstein con políticos y aristócratas como Donald Trump, Bill Clinton o el Príncipe Andrés de Inglaterra.

En el documental aparecen las voces de las víctimas, hoy mujeres adultas, que narran cómo fue el proceso, en todas prácticamente el mismo, por el que se vieron envueltas en esta trama de corrupción de menores.

Poco a poco, a partir de los dos casos quizá más leves, el filme va mostrando la complejidad que llegó a alcanzar la red, de manera que cuando distintos agentes de varios departamentos, incluido el FBI, alcanzaban un hito en la investigación policial, todo se les desmoronaba.

Asquerosamente rico documental sobre la corrupción de Jeffrey Epstein

Las primeras denunciantes fueron dos hermanas con las que intentó mantener relaciones sexuales, pero se negaron. Nadie las escuchó.

Sentimientos de culpabilidad

Lo que más llama la atención y preocupa es cómo estas víctimas se sienten culpables por haber llevado a otras. Ellas eran menores, unas niñas que carecían de recursos intelectuales, económicos, sociales o culturales para enfrentarse a dos personas tan manipuladoras y crueles como eran Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, pero no se perdonan ni siquiera por lo que sufrieron.

Las valientes supervivientes que se enfrentaron a Jeffrey Epstein.

Las valientes supervivientes que se enfrentaron a Jeffrey Epstein.

Apesadumbran también los remordimientos a quienes contribuyeron a generar la riqueza y los contactos que llevaron a este depredador sexual al estrellato y el reconocimiento entre la clase alta de la sociedad, entre ellos un anciano que pasó décadas en la cárcel por una estafa masiva de inversión en la que también participó Epstein.

Jeffrey Epstein joven

Jeffrey Epstein comenzó haciéndose pasar por profesor sin tener título, y más tarde, participando en una estafa financiera masiva.

Esos sentimientos de culpabilidad no se pueden apreciar, sin embargo, en ninguno de los acusados por estas jóvenes de haber abusado de ellas, como es el caso del Príncipe Andrés, del cual hay hasta fotografías tomadas en el interior de una casa, y hasta un testigo que lo vio con la adolescente que presuntamente prostituyeron Epstein y Maxwell para él.

Corrupción del Príncipe Andrés

Imagen del Príncipe Andrés con la adolescente que denuncia haber sido prostituida por Epstein y Maxwell para el aristócrata.

Imputado, pero impune

Epstein estuvo imputado por primera vez en 2006, pero en 2008 firmó un acuerdo que revolvió a la policía de Palm Beach. Y es que, pese a haber encontrado 36 adolescentes víctimas, no pudo llegar a una condena porque el fiscal del Estado de Florida sucumbió a la corrupción y le dio una condena irrisoria en una prisión de la que podía salir todos los días a trabajar, privilegio que no se había concedido a ningún preso del correccional.

corrupción de Epstein

¿Cómo pudo llegar a ser una persona tan asquerosamente rica como para poseer una isla privada en el Caribe?

La sensación de que Epstein gozaba de inmunidad absoluta la tenía no solo el propio Epstein, sino también quienes intentaban por todos los medios que fuese condenado por sus delitos, que, además del fracaso de su trabajo, se enfrentaban a espionaje y amenazas por parte de este.

No obstante, esa inmunidad no llegó a ser absoluta, pues su fallecimiento en extrañas circunstancias en la cárcel en 2019, cuando ya parecía que se iban a esclarecer todos sus crímenes, ha hecho correr ríos de tinta sobre las ramificaciones que puede tener toda esta trama de corrupción. ¿Se suicidó como señalan los documentos oficiales o lo mataron porque sabía demasiado? El atentado contra la familia de la jueza Esther Salas, presuntamente a manos del abogado Roy Den Hollander, que a su vez apareció muerto, no hace sino avivar la llama de la teoría de la conspiración.

Quizá los últimos episodios de Asquerosamente rico estén por escribir, con este nuevo giro de guion y todo lo que Ghislaine Maxwell esté por revelar.

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