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Siempre se ha dicho que Foundation, una de las muchas obras maestras de Isaac Asimov, era imposible de filmar, y el intento que han hecho en Apple TV+ lo confirma, pues, lejos de la serie de libros original, ha terminado por construir su propio relato, no sabemos si por exigencias narrativas o por falta de capacidad para hacer una adaptación fiel.

Y no puede decirse que esto haya pasado precisamente por falta de presupuesto, ya que los diez episodios de la primera temporada son todo un despliegue de recursos, tanto fílmicos como humanos.

La premisa de Foundation

De lo poco que hay de la historia original en la serie está el matemático y psicólogo Hari Sheldon (un siempre impecable Jared Harris), que predica haber descubierto que el Imperio Galáctico, de 12.000 años de antigüedad, va a caer inevitablemente y convence a Imperio (un soberbio Lee Pace) para que le dé un planeta en el que poder construir una comuna desde la que salvarlo.

Es una premisa grandiosa en términos cronológicos, y muy difícil, por tanto, de llevar a una pantalla. Solo el primer libro de la serie de La Fundación se compone de cinco novelas cortas con personajes que no tienen nada en común y cuyas vidas se desarrollan en 150 años.

Lee Pace en Foundation

En algunos momentos podría decirse que Lee Pace sostiene enteramente la serie.

El showrunner, David S. Goyer, limita Foundation la primera temporada a las dos primeras quintas partes de la novela original y las une de una manera un tanto forzada. La idea de Goyer de que Lee Pace interprete a un emperador Cleon eternamente clonado es una forma inteligente de darle a la serie un antagonista consistente, y es ahí donde reside su éxito.

Cleon, la corrupción política y genética

El emperador Cleon, que apenas figura en el primer libro, sostiene el peso de la historia, o mejor dicho, lo más interesante de ella, durante toda la primera temporada. Interpretado por tres actores: el hermano Day (Pace), el hermano menor Dawn (Cassian Bilton) y el hermano mayor Dusk (Terrence Mann), Cleon representa un autoritarismo vitalicio que invita a reflexionar sobre la clonación, la necesidad de mutabilidad de las cosas y la permanencia.

Corrupción genética de Imperio

Los tres personajes que encarnan los clones presentes de Cleón I tienen una relación de intrigas y luchas de poder, y son percibidos como la mayor amenaza contra el desarrollo de la humanidad en distintos planetas y religiones.

Los clones de Cleon tienen el cometido de ser exactamente iguales a él, con una serie de indicadores que muestran si el clon es válido para continuar el legado del primero. La amenaza de corrupción genética mediante sabotaje, las propias preguntas que se hacen a sí mismos los clones y la visión que tienen de ellos en distintos planetas y religiones que se encuentran dentro del Imperio Galáctico son ciencia ficción, pura y dura.

Demerzel - Foundation

El personaje de Demerzel retoma la eterna cuestión de la evolución y la conciencia de las IA.

Un imperio galáctico hipertecnológico que no recuerda ya en qué planeta vivieron los primeros seres humanos, ¿ha podido prosperar solo por un mando único con visión de futuro o es ese mando el que está impidiendo que los seres humanos se desarrollen?

Los puntos débiles de Foundation

A pesar de que, como escribí anteriormente sobre Foundation, hay personajes que no estaban en los libros y cuyas historias se escriben para poder dar continuidad narrativa a la serie, el desarrollo de la primera temporada es discontinuo en cuanto a su relevancia y al interés que despiertan sus propias tramas.

Si bien Salvor Hardin (Leah Harvey) se convierte en una pieza clave para el surgimiento de la esperada revolución en los confines del imperio, su conexión esotérica con Gaal Dornick (Lou Llobell) y su historia de amor alejan a Foundation de la ciencia ficción y la llevan al terreno de la fantasía.

En definitiva, las tramas prolongadas y el relleno que no lleva a ninguna parte hacen que desilusione a los fanáticos de Asimov. Y, si quería hablar de corrupción, política, religión y almas, se ha quedado bastante lejos también de otras series de ciencia ficción que han llevado la reflexión sobre estos temas a niveles muy profundos, como Westworld.

No obstante, cómo no, esperaremos ansiosos a la segunda temporada.

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