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La secuela de The Young Pope ha regresado con mayor desparpajo si cabe que su predecesora. El magnífico Paolo Sorrentino se atreve a hincar todavía más el diente a la corrupción de la curia vaticana y nos regala nueve episodios en los que los escándalos se suceden uno tras otro narrados de manera magistral.

Escándalos sexuales y políticos

The New Pope, coproducción de Mediapro y la italiana Sky, entre otros, y emitida por HBO, aborda nuevamente los escándalos sexuales, el polémico tema del celibato, la corrupción política y la idolatría.

Partiendo del coma en el que quedó el severo y paroxista Pío XIII al finalizar la precuela, The New Pope comienza con un episodio hilarante en el que se muestran los tejemanejes del Secretario de Estado del Vaticano, Voiello, para mantener su poder.

Corrupción del Cardenal Voiello

El cardenal y Secretario de Estado Voilleo recuerda a los secretarios de estado más temibles de todos los tiempos, como el propio Kissinger. Hombres de Estado dispuestos a lo que sea con tal de preservar el status quo.

En una votación que se repite en varias ocasiones y que termina decantándose por un candidato inesperado al que se le presupone, erróneamente, que será fácil de manejar, se pueden ver supuestas facciones políticas enfrentadas.

El entramado de corrupción financiera, los escándalos de los abusos sexuales a menores y la amenaza inminente del terrorismo islámico están en el centro de esos enfrentamientos.

Corrupción en The New Pope

Los partidarios de seguir como siempre apoyan tanto el entramado de corrupción financiera como la ocultación de los escándalos sexuales.

La mayor parte de los cardenales se niega a renunciar a una vida de lujos, privilegios y beneficios económicos éticamente cuestionables y en cuanto asoma la posibilidad de un Papa franciscano con voto de pobreza, ponen en marcha, junto a los mafiosos con los que mantienen negocios, la peor de las conspiraciones que pueda darse en un Estado.

Idolatría y corrupción moral

Uno de los aspectos más curiosos de esta creación de Sorrentino es cómo aborda la cuestión, supuestamente prohibida, de la idolatría en el seno de la Iglesia Católica. Es algo que ha ocurrido con diversos Papas y que se puede ver en cualquier lugar donde se hayan depositado presuntas reliquias.

Intro irreverente

Probablemente la ‘intro’ más irreverente jamás vista en todas las series.

En The New Pope, millones de fieles santifican a Pío XIII como auténticos fundamentalistas, mientras el Papa nuevo, fabulosamente encarnado por John Malkovich, se enfrenta a sus propios fantasmas e inseguridades.

Otro planteamiento atrevido que entra de lleno en lo que podría considerarse blasfemia es el deseo sexual que despierta el antiguo Papa entre trabajadoras del Vaticano y religiosas, con escenas tan perturbadoras como elegantes de monjas excitadas mientras se encargan de su higiene y su cuidado más básicos.

Idolatría y corrupción moral

La hipersexualización de la figura del Papa es uno de los mayores atrevimientos de la serie.

La corrupción y la doble moral de quienes pretenden ser ejemplarizantes es un sello de esta serie que pretende poner en duda cualquier autoridad religiosa procedente del Vaticano.

Javier Cámara en The New Pope

Otro aliciente para ver la serie es la presencia del actor español Javier Cámara, que interpreta al Cardenal Gutiérrez.

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