Netflix ha vuelto a sacudir nuestras conciencias con un documental sobre Nevenka Fernández, la concejala de Hacienda de Ponferrada que el 26 de marzo de 2001 anunciaba su dimisión y una denuncia por acoso sexual contra el entonces alcalde, Ismael Álvarez, del Partido Popular.
La batalla de Nevenka
Nevenka, economista, profesional, hoy madre de dos niños y residente en Londres, donde ocupa un cargo de responsabilidad en una empresa, se pone delante de las cámaras para narrar el infierno que vivió no solo durante el tiempo en el que Ismael Álvarez la acosó, tal y como certificó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, sino también después de hacerlo público.
“Nevenka era un pez de colores caída en un mundo de gente misógina, un mundo de hombres en el peor sentido de la palabra”, afirma Juan José Millas en una de sus intervenciones en el documental. Y así fue, pues no solo se enfrentó al alcalde, que llegó a llamar a sus padres para aconsejarles que la “metieran en un psiquiátrico”, sino que tuvo que ver manifestaciones machistas de apoyo a su acosador y muchas críticas y ataques por parte de muchas personas, en Ponferrada y en el resto de España.
Imputado y condenado, pero triunfador
“Tengo 26 años y tengo dignidad” fue el pistoletazo de salida a la publicación de un caso que lograría la primera condena en España contra un político por acoso sexual. No obstante, Ismael Álvarez, sobre el que también han pesado sospechas de presunta corrupción, fue condenado a indemnizarla con tan solo 12.000 euros, a pagar una multa de 6.000 y, aunque tuvo que retirarse temporalmente de la política, más tarde formaría su propio partido y lograría ser tercera fuerza política en Ponferrada, mientras ella tuvo que emigrar a Inglaterra para poder tener anonimato y trabajo.
El documental narra con todo tipo de detalles el juicio, incluyendo declaraciones del entonces fiscal jefe de Castilla y León, José Luis García Ancos, que tuvo que ser apartado del caso tras decir en plena sala que “que tenía que aguantarse si le tocaban el culo porque era el pan de sus hijos”.
Es un filme duro, pero necesario, como ha dicho Ana Pastor, la periodista propietaria de Newtral, productora del documental. Recrea la relación entre ambos, que empezó como una amistad y siguió con una relación a la que ella quiso poner fin, encontrándose con el acoso del alcalde, y enfrenta al espectador con el lado menos amable de nuestra propia sociedad.
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