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Los últimos meses han sido frenéticos en cuanto a buenas series. Tengo tantas de las que hablar que casi no dispongo de tiempo para ello. El post de hoy se la quiero dedicar a la, con toda seguridad, más irónica e irreverente de todas: The Young Pope.

The Young Pope, finísima

The Young Pope es una sátira de la corrupción y los entresijos más terrenales del Vaticano. Pero no penséis que hacer esta descripción es tan sencilla, porque los primeros episodios parece que van a tratarse de un drama, o de una historia de personajes.

Pero a medida que van transcurriendo los episodios empiezas a darte cuenta de que Lenny Belardo, el extraño y tirante Papa interpretado por Jude Law, es una maravillosa y fina caricatura que podría contener en sí misma los rasgos más extravagantes de varias de las cabezas de la Iglesia.

Extravagancia e irreverencia en The Young Pope

The Young Pope es la historia de un Papa que no cree en dios y a la vez padece Complejo de Dios. De un Papa joven que vive la contradicción entre sus pulsiones, aunque estas no llegan a estar nunca claras, y su fe basada en los preceptos más reaccionarios de la Iglesia.

Este Papa, elegido de manera bastante inusual pensando que podría ser el enlace entre las posturas más conservadoras y liberales, no tiene el menor reparo a la hora de hacer rupturas diplomáticas o desencantar a la prensa. La tensión en los diálogos y sus respuestas comedidas en la forma y desmedidas en el contenido atrapan desde el primer episodio.

La corrupción vaticana, tema principal en The Young Pope

La gran belleza de Sorrentino

Una de las mejores características de The Young Pope la encontramos en quién firma la serie. El aclamado y muy conocido entre quienes nos gusta el cine Paolo Sorrentino.

Sorrentino, autor de dos de mis películas favoritas por distintos motivos, Il Divo y La gran belleza, combina en The Young Pope los elementos con los que también sabe jugar. Por una parte, la creación del personaje Lenny Belardo, un Papa poliédrico, con muchas aristas que esconden distintas facetas contradictorias entre sí. Por otra, la armonía, el buen gusto y el goce estético en la composición de los planos.

Algunas escenas parecen coreografías de cardenales perfectamente acompasados a la también magnífica banda sonora. Desde la versión del clásico de Jimi Hendrix Watchtower (también utilizado en Battlestar Galactica), pasando por LMFAO, Belle & Sebastian, Venetian Snares, Trentemoller o Kronos Quartet, los temazos se suceden en The Young Pope.

El redescubrimiento de Jude Law

Y, cómo no, hablar de The Young Pope es hablar de Jude Law y su interesantísima interpretación de protagonista.

A caballo entre la ironía y el suspense, a ratos hilarante y a ratos atemorizante, los matices que le da a Lenny Belardo recuerdan al mejor Jude Law. A aquel Jude Law que en 2001 bordaba sus papeles en Enemigo a las puertas e Inteligencia Artificial.

Jude Law resplandece en el papel del Papa joven dispuesto a cargar contra la corrupción, las luchas internas de poder y los tejemanejes de cardenales y alto clero. Y a su vez transmite de manera muy elegante la socarronería que tiene la serie. Parece un papel creado para él.

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