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Aunque algunos, entre los que me encuentro, no quieran creerlo, ya han pasado treinta años desde que Don Johnson y Philip Michael Thomas encarnaron a James “Sonny” Crockett y Ricardo “Rico” Tubbs, respectivamente, en la serie policíaca más fashion de la historia: Corrupción en Miami.

Escasa trama

Corrupción en Miami, o Miami Vice, ya que, aunque casi todos la vimos en español, el título era lo suficientemente llamativo como para que lo memorizáramos y lo utilizáramos de manera aleatoria, tenía poca chicha en cuanto a la trama. De hecho, no dejaba de ser una serie de policías en una ciudad llena de traficantes de drogas, nada original ni siquiera para la época en la que fue rodada.

A pesar de que en la memoria de muchos pervive como una serie de culto, y en ciertos aspectos que señalaré luego lo es, sus personajes son planos y las historias autoconcluyentes han envejecido muy mal, por lo que cualquier seriéfilo de hoy en día no podría aguantar un segundo visionado de todos los episodios, y mucho menos un maratón de homenaje.

En Corrupción en Miami los guiones eran sencillos y los personajes bastante planos. El abuso policial se presentaba como una rutina más, sin ningún tipo de implicación, y las tramas carecían de la complejidad y la visión poliédrica de series que más tarde sí romperían los esquemas del género policiaco, como The Shield, de la que os hablaré en otra ocasión.

New Wave, inspiración de Corrupción en Miami

En este aspecto es donde sí que Corrupción en Miami se diferencia del resto de series de su género y su época para convertirse en una producción de culto que marcaría tendencia estética a nivel musical, de fotografía y de moda.

Inspirada en la cultura New Wave, Miami Vice fue conocida por el uso innovador de la música y por ser escaparate de los éxitos del momento. Además de una banda sonora sintetizada (por Jan Hammer), en cada episodio aparecía una exquisita selección de temas producidos por bandas y músicos importantes como U2, Corey Hart, Suicidal Tendences, Phil Collins, Tina Turner, Depeche Mode o Dire Straits.

Para un músico, que sus temas apareciesen en Corrupción en Miami era el equivalente a aparecer hoy en Breaking Bad o Peaky Blinders. Se dice que los productores gastaban 10.000 dólares por episodio para conseguir los derechos de las grabaciones originales. En un tiempo en el que las bandas sonoras de las series no importaban a nadie, esto es innovar con todas sus letras.

Fashion victims

Otro de los grandes hitos de esta serie fue conseguir que todo lo que salía en pantalla se hiciese famoso y fuese objeto de culto y punta de lanza de la moda del momento. ¿Quién no asocia la superposición camiseta-chaqueta con Sonny Crockett y cuando ve a alguien con ese estilo piensa inmediatamente en Corrupción en Miami? ¿Y las gafas de sol Ray Ban que fueron el furor del momento, y todavía a día de hoy hay quien las usa?

El estilo de Corrupción en Miami marcó tendencia

Corrupción en Miami es, ante todo, una serie estética, tan estética como ha podido serlo Mad Men en nuestros días, solo que Mad Men representaba una época histórica mientras que Miami Vice logró marcar tendencia en la contemporánea.

Gracias a Corrupción en Miami todos pensamos en la capital de Florida como un lugar exótico, lleno de Ferrari (Daytona y Testarrosa grabados para la posteridad en nuestras retinas) y decorado en tonos pastel.

Los actores de Corrupción en Miami

¿Y qué ha sido de los actores protagonistas durante todo este tiempo? De Don Johnson poca cosa se puede decir. Recientemente ha vuelto a la televisión con Blood and oil, pero sin mucho éxito. Su compañero ha tenido todavía menos suerte, con papeles de escasa trascendencia en telefilmes y como actor de rodaje en los videojuegos Grand Theft Auto: Vice City y Grand Theft Auto: Vice City Stories.

El que merece una mención aparte es Edward James Olmos, el Teniente Martín Castillo, con numerosas apariciones en series de éxito como Dexter, Agentes de Shield o CSI y, cómo no, con su excelente interpretación del comandante William Adama en Battlestar Galactica, serie a la que le dedicaré un post especial y en la que también ha dirigido algunos de los episodios.

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