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Aprovechando un viaje más que deseado a la Semana Santa sevillana he visitado una de las exposiciones más originales y novedosas del último año: Murillo fotógrafo, una muestra que se exhibe en la Fundación Cajasol hasta el próximo 22 de abril (quienes no la hayáis visto todavía tendréis que daros prisa, sí).

Murillo social

Bartolomé Esteban Murillo (1618-1682) fue uno de los máximos exponentes del Barroco en España. Junto con el hecho religioso, protagonista de sus obras, y sin desligarse de él, observamos en sus pinturas la cotidianidad de las gentes sencillas y los desheredados.

Mendigos vestidos con harapos, niños como el de “Niño espulgándose” (los piojos y los mendrugos de pan son una tónica en sus creaciones) retratan la pobreza de la época que le tocó vivir y lo convierten en un pintor social.

La exposición que ha patrocinado y que exhibe estos días la Fundación Cajasol es un homenaje a este Murillo social sensible a las carencias de sus conciudadanos en la Sevilla del siglo XVII.

La exposición de Cajasol

Los fotoperiodistas Laura León y José Antonio de Lamadrid, también andaluces, han querido reinterpretar fotográficamente 12 obras del pintor sevillano para denunciar cuestiones sociales como los desahucios, las enfermedades del siglo XXI (depresión), la inmigración o la violencia machista.

Los tres requisitos que debían cumplir las fotografías eran: que los cuadros fuesen conocidos, que fuesen abordables y que conectasen con la realidad social. Los fotógrafos han conseguido, además, plasmar la composición, el color, el fondo y la atmósfera de los cuadros, en una combinación de arte y periodismo que resulta realmente sobrecogedora.

Para recrear estas situaciones del siglo XXI han contado con protagonistas de carne y hueso que han sufrido o sufren ellos mismos los mismos casos que se denuncian.

Los protagonistas de Murillo fotógrafo

Álvaro es el protagonista de El desahucio. Fue desahuciado y durante el proceso perdió contacto con su padre, al que, cuando quiso recuperar, ya no pudo, pues había fallecido.

El desahucio, una de las obras más imponentes de la exposicion de la Fundación Cajasol sobre Murillo.
La depresión como enfermedad del siglo XXI es una de las denuncias sociales que se realizan en la exposición de la Fundación Cajasol.

Lola, tía de Laura León, aparece en otro cuadro con sus pastillas para la depresión, enfermedad del siglo XXI que muchos familiares ni siquiera llegan a detectar o a validar.

Mari posa como La Inmaculada del Escorial en la imagen titulada El milagro científico de la reproducción, que narra sus múltiples intentos de embarazo a través de reproducción asistida.

Ana Bella, superviviente de la violencia machista, es la María Magdalena Penitente de Murillo en un cuadro que ahora se denomina La liberación.

Mar y Marcela, activistas transexuales, son las Mujeres en la ventana del maestro sevillano.

Belén, católica, y Fátima, musulmana, son Santa Justa y Santa Rufina, son las hermanas nacidas en Sevilla entre los años 268 y 270 que sufrieron martirio por su fe y, como en la obra de Murillo, también sostienen la giralda como símbolo de armonía y paz.

Esta maravillosa muestra de la Fundación Cajasol forma parte de los actos dedicados al 400 aniversario del nacimiento de Murillo, que cuenta, asimismo, con otras actividades como las visitas teatralizadas de la Compañía Teatro Clásico de Sevilla en el Real Alcázar; itinerarios para descubrir la ciudad en la que vivió Murillo y exposiciones como Murillo y los Capuchinos de Sevilla en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Una mujer católica y otra musulmana protagonizan Santa Justa y Santa Rufina en Murillo fotógrafo (Cajasol, Sevilla).
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